Si el mentado "68 Comeback Special" supuso su vuelta de cara al público tras lo que fue casi una década entregado al séptimo arte, libre, aún momentáneamente, de los tejemanejes del Coronel Parker y su rancia y mediocre concepción del show business, "From Elvis In Memphis" era la confirmación de esa actitud vital en formato LP.
Grabado en los estudios American Sound (Dónde también se dejaban caer las estrellas locales de Memphis, los Box Tops de Alex Chilton) más modestos y lejos del boato al que solía acostumbrar, o habían acostumbrado, a nuestro hombre y con un fan irredento del Rey como lo era Chips Moman a los mandos,"From Elvis In Memphis" basculaba entre el Soul, el Country, el R&B y, cómo no, el Rock and Roll sin despeinarse el tupé, mostrando de paso a un Elvis pletórico, plenamente confiado en el material que iba a interpretar (algo de lo que no había andado precisamente sobrado unos años antes) y arropado por una banda con feeling y solvencia, no un frío puñado de mercenarios.
"Wearin' That Loved On Look" da el pistoletazo de salida a ritmo de Soul n' Roll con punzante bajo y afiladas garras, mientras que "Only The Strong Survive" es un grandioso número entre la declaración de principios y la épica. "I'll Hold You In My Heart (Till I Can In My Arms)" demuestra, una vez más, que el crisol de géneros que conforman el R'n'R era la savia de la que se nutría nuestro hombre. En esta ocasión, se adentra en las aguas del Country más melancólico y arrastrado, saliendo más que airoso, al igual que hará en las posteriores "It Keeps Right On A Hurtin", "I'm Movin' On" y "Gentle Of My Mind".
"Long Black Limousine" es, sencillamente, una de las mejores canciones a las que nuestro hombre a puesto voz, lo cual no es poco decir: Poderío, drama e intensidad se dan la mano en una canción que abunda en el amor perdido, la manera en que el pueblo juzga a la persona que marcha y la muerte. Sencillamente sobrecogedores esos versos que rezan, Through tear-filled eyes I watch as you ride by, oh yeah/A chauffeur, a chauffeur at the wheel dressed up so fine/Well I'll never, I'll never love another/Oh my heart, all my dreams, yeah they're with you/In that long black limousine. No se puede añadir más, a fe mía. "After Loving You" nos remite, irremisiblemente, a la delicada, por decirlo de un modo sutil, situación de su matrimonio. No en vano gran parte del material del que se valdría en lo sucesivo abundaría en sentimientos como el desamor, la ruptura y el abandono. "True Love Travels On A Gravel Road" suena, desde el título, a puro Presley, música atemporal, mestiza y eterna para hollar caminos y senderos. "Any Day Now", de las mejores, aborda el fantasma de la ruptura potencial que acecha a cualquier pareja, a cualquiera que no se deje llevar por la inercia, claro. Una majestuosa sección de vientos y unos coros sobresalientes elevan a la canción al ámbito de lo supremo. Por último, mas no menos importante, "In The Ghetto". Dejando a un lado lo insólito de un Elvis que se autoerige portavoz de desheredados y de la bizarra versión que todos tenemos en mente y que ha terminado por instalarse en el subconsciente colectivo, es una buena canción. No es de las mejores, ni de las definitivas que registró, nada más lejos, pero, que demonios, es un buen tema.
No son pocos los que consideran a este "From Elvis In Memphis" una suerte de segundo debut, en el sentido de renacer artístico, declaración de intenciones e inicio de una nueva etapa. En el plano musical, supone, junto con su debut, la vuelta del '68, sus discos gospel y el show de Hawaii las primeras puertas a las que has de llamar si quieres tener un primer encuentro más que satisfactorio con la obra del Rey. Cerremos líneas con la ya consabida frase, no por incierta menos definitoria: El Rock and Roll es Elvis, los demás hacen lo que pueden.