sábado, 19 de febrero de 2011

New York Dolls - "New York Dolls"


 Una de las muchas subdivisiones que podemos aplicar a nuestro mundillo es la que sigue: Hay bandas que hacen Rock And Roll, otras, por contra, son Rock And Roll. Y no creo que sea necesario aclarar a estas alturas del partido a que categoría pertenecen las muñecas de Nueva York.

 Surgidos en la ciudad de los rascacielos a comienzos de los 70's, su sonido era algo así como el punto de encuentro entre el R'n'R primigeneo y negroide de tipos como Chuck Berry y Bo Diddley, el sentimiento poppie y urbanita de grupos como The Ronettes y las Shangri-Las y, cómo no, The Rolling Stones. Y es que si hay una influencia que resultaba evidente en el imaginario de la banda, esa era la de los ingleses: Johannsen y Thunders eran la versión Proto Punk y Post-Detroit (tanto en lo estético cómo en lo musical) de unos Jagger/Richards ya de por sí bastantes desquiciados (cabe recordar que eran los días de la resaca "Exile On Main St.", cristalizada en "Goats Head Soup")

 Pese a tratarse del debut de la banda, los New York Dolls no eran ningunos primerizos, y ya venían de vuelta de conciertos ante audiencias complicadas (Sirvan de sendos ejemplos su debut en un refugio de vagabundos y su labor como teloneros de... Lynyrd Skynyrd!) tours internacionales, como el que les llevó a abrir para Rod Stewart en las islas británicas e incluso vivir la pérdida de uno de sus miembros en circunstancias trágicas, caso de la sobredosis, en ese mismo periplo inglés, de su primer batería, Billy Murcia.

 Para su primer largo, bajo la batuta del mítico Todd Rundgren, las armas a emplear no iban a ser otras que las consabidas: Inmediatez, crudeza y chulería. "Personality Crisis" se encarga de poner las cartas boca arriba, un Rock And Roll enloquecido, salvaje, digno del "Exile..." Stoniano pero con una actitud definitivamente más suburbana, más sucia. "Looking For a Kiss" rezuma contención y en "Vietnamese Baby" saben mostrarse enigmáticos y peligrosos. Si a esas alturas todavía no has caído rendido ante los riffs asesinos de Johnny Thunders y Sylvain Sylvain y la actitud chulesca e histriónica de David Johanssen, dos opciones: a) Sube el volumen, y si ni por esas, b) Háztelo mirar.

 Nos dan tregua con "Lonely Planet Boy", un corte acústico, que no habría desentonado para nada en el "Sticky Fingers" (o en el "Teenage Head" de los Flamin' Groovies, otros que tal bailan) Para retomar el pulso en "Frankenstein", el que quizá sea el corte más experimental del redondo. "Trash" es otra de las cimas indiscutibles de la banda, un pildorazo rebosante de inmediatez, unos coros magistrales y un riff adictivo. Una canción perfecta. Es en "Subway Train" donde dan rienda suelta a la faceta más poppie vía Shangri-Las de las que os hablaba unas líneas más arriba, pasada, eso sí, por un tamiz eminentemente guitarrero y crudo. Ya en la recta del final del álbum nos encontramos con una sólida relectura del "Pills", de Bo Diddley, a la que le sustraen el tono luminoso del original a cambio de un sentimiento cuasi-Punk y "Private World", firmada a pachas con el bajista Arthur "Killer" Kane y con un sonido que nos retrotrae, aún remotamente, al beat de la britsh invasion. A modo de grand finale tenemos uno (otro) de los himnos impepinables de la banda, "Jet Boy", con un riff casi tan mítico como las palmas del comienzo.

 Con una carta de presentación tan avasalladora como la que nos ocupa, ¿Se comieron algo los Dolls? Siendo francos, y hasta generosos, poca cosa. Condenados por su mala estrella y su condición autodestructiva y quién sabe si víctimas de, tal y como afirmaban en su segundo largo, ofrecer Too Much, Too Soon sus andanzas fueron, en este primer periplo, pasto de minorías. Con eso y con todo, "New York Dolls" marca el comienzo (¿o culminación?) de una nueva manera de entender el Rock, tan cruda como glamourosa, así como el inicio de su particular mitología, jalonada de carmín, muertes y electricidad. Y por muchos años.

6 comentarios:

  1. En fin, Tyla, ¿qué te voy a decir? Uno de mis discos favoritos. Lo malo es que hay gente que dice conocer el rock y no sabe de los NY Dolls. Apuntas alto, y haces bien, al compararlo con el antológico doble elepé de los Stones. Te dejo con mi entrada acerca de éste y el segundo de las muñecas.

    http://raggedglory.blogspot.com/search/label/New%20York%20Dolls

    Saludos.

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  2. Hey Gonzalo!

    Hay gente que no los conoce (yo cuando los ví seriamos unas 600 personas, como mucho) Pero hay una subcategoría aún peor, esos que los consideran una mera "anécdota simpática" en la historia del Rock. En fin...

    Muy buenos tus artículos desgranando el periplo 70's de las muñecas, ya los leí en su día!

    Rock On!

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  3. Hey Tyla, poco se puede añadir a este post. Aunque me gustaba más Juanito Truenos con sus Heartbreakers pero reconozco que este disco es uno de los clásicos bastante desconocidos y fundamentales de la historia. Saludos.

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  4. Hey Johnny!

    Es perfectamente comprensible que alguién se decante por el señor Truenos. Yo mismo, en un pasado, me hacía llamar Tyla Thunders! jejeje.

    A Johnny le dió tiempo a construirse una carrera con mucha hondura: Hay electricidad, folk, punk, versiones de singles 60's... Mucho y muy bueno, vaya.

    Rock On!

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  5. Yo también soy una firme y obcecada admiradora de Johnny Thunders y sus Heartbreakers, y bueno, este disco que comentas... tiene dos de mis all time canciones preferidas, que son Trash y Subway Train. El resto, una maravilla. De todas las entradas antiguas que he leido de tu blog he venido a comentar aqui porque justo ayer escuchaba este disco en el gimnasio (cuánto se disfruta la música cuando se está sufriendo)

    Me alegro mucho de que coincidamos tanto musicalmente y es que la mayoría de los discos que comentas son mis básicos y preferidos!!

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  6. Menudo par de temazos traes a colación, anna!Recuerdo que mi primer contacto con los Dolls fue un video suyo de los viejos tiempos en el que hacían "Personality Crisis" (¿O era "Jetboy"?) Y me quedé en plan: "Dios, cómo puede existir una banda así" Eran, y no es cliché, unos jodidos Stones de alcantarilla, hasta David Johanssen era clavao a Jagger!

    Yo también celebro la coincidencia, lo mejor es que es recíproca!

    Rock On!

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