jueves, 31 de octubre de 2013

Lou Reed - "Transformer"

[Poco podía imaginar cuándo, hace exactamente dos meses, le dedicaba unas palabras al fundacional debut de la Velvet, que, la próxima vez que escribiera acerca de alguna obra vinculada al universo Lou Reed lo haría en calidad de panegírico. En fin, las cosas son así, impredecibles y sujetas a una extraña alquimia. Lou ha muerto, eso ya no lo podremos cambiar, pero, ya lo dice el tópico, nos queda su obra.]



 Creo que resulta ocioso indicar a estas alturas que "Transformer", si no es la obra maestra de Lou Reed, se trata de algo bastante parecido. Cierto, ahí están sus seminales elepés -caóticos y experimentales al principio, más ceñidos a una ortodoxia rockandrollera en sus últimos compases- al frente de Velvet Underground; Cierto, a lo largo del decenio entregó piezas de igual o similar envergadura ("Berlin", "Coney Island Baby", "Street Hassle"); Cierto, también hubo espacio para soberbias obras de madurez del calibre de "New York". Pero conviene que nos situemos adecuadamente en el espacio temporal en que éste album fue concebido: Estamos en el año 1972, y el único equipaje con el que cuenta nuestro hombre es con la militancia en un grupo tan influyente cómo ignorado en su día más allá de los círculos arties de turno y un debut homónimo más demostrativo de buenas intenciones que de otra cosa.

 Visto a través de esa luz, "Transformer" se revela cómo todo un espaldarazo: Reed no sólo ha crecido exponencialmente cómo compositor, ganando en clasicismo bien entendido y perdiendo mordiente avant-garde (culminando así un proceso que había comenzado a gestarse en los días de "Loaded"), sino que ha sabido elegir con mucho mejor tino los músicos con los que colaborar. No queda rastro entre sus surcos de la pléyade prog-rockera Steve Howe! ¡Rick Wakeman!) de la que tuvo a bien rodearse para "Lou Reed", el recambio se lo otorgan primeras espadas del flamante glam rock que en cierto modo está en deuda, aunque sea en parte, con sus trabajos previos: David Bowie y Mick Ronson, que trascienden la categoría de meros colaboradores constituyéndose como verdaderos elementos vertebradores del disco.

 La portada supone todo un aviso, haciendo hincapié en la imagen de ese Lou Reed mítico y mitificado, andrógino, decadente, ambiguo y eminentemente urbano, del que nunca se sabía con mucha claridad si seguía entre los vivos o sí había sucumbido definitivamente a sus muchos vicios. Un personaje inalcanzable a pie de acera qué desde la inicial y antológica "Vicious" a "Goodnight Ladies" destapaba el tarro de las esencias y mostraba su maestría, ya fuera en sórdidas viñetas -la mentada "Vicious"- momentos preñados de un extraño romanticismo -"Andy's Chest"-; infecciosas tonadas con regusto a cabaret -"Make Up", "New York Telephone Conversation", "Goodnight Ladies"-; disparos eléctricos y cortantes dónde se notaba la mano de Ronson -"Hangin' Round", "Wagon Wheel" y "I'm So Free", rock and roll de los 50's recubierto de agujas y voodo; boogie vacilón a la par que épico y un verdadero himno glam, respectivamente- que pasan por ser de lo mejor del redondo o esquirlas de verdadero pop atemporal que eran los momentos más accesibles, sónicamente hablando, del elepé.  El preciosismo palpable, la fragilidad imperfecta de "Perfect Day" y "Satellite Of Love" abrían una nueva veta en el universo compostivo del neoyorquino, si bien nada puede compararse a la cadenciosa y magnética  "Walk On The Wild Side", que consiguió trascender al propio imaginario de Reed para adherirse al subconsciente colectivo.

 Imposible circunscribir, pese a su importancia intrínseca, la esencia de Reed a éste  album. Perteneciente a esa rara estirpe de creadores en la que los errores sumaban tanto -a veces más- que los aciertos y en la que todo lo creado posee relevancia propia e intransferible, no podríamos abarcar todo lo que representó mediante "Transformer", igual que tampoco conseguiríamos ver sus costuras quedándonos solamente  con el compositor de doo woop Lewis Allan, el alma mater de Velvet Underground, el frontman de "Rock And Roll Animal", el orfebre ruidista de "Metal Machine Music", el cronista del ocaso de Nueva York o el tipo que grabó un disco con Metallica. Se hacen necesarias, en éste caso, todas las piezas para poder hacerse una idea siquiera aproximada de lo que éste hombre ha sido para la historia del rock and roll. Descansa en paz, Lou.

8 comentarios:

  1. Exacta reflexión la del último párrafo, Tyla. Ya sabes que me encanta "Transformer", pero no es, ni siquiera, uno de mis tres o cuatro discos favoritos de Reed. En fin, ya hemos hablado sobre esta tema en varias ocasiones y se hace ocioso el repetirse. Bueno, lo hago para reivindicar (siempre) "The Blue Mask", obra maestra que lleva lustros creciendo en mi castigado cerebro.

    Abrazos, camarada, pocos como tú para rendir tributo al maestro Reed.

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    1. Hey, Gonzalo, muchas gracias por tus cumplidos. No tenía pensado escribir nada sobre él, pero se me hacía imposible abordar cualquier otro disco que no fuera suyo, la verdad. Era algo que tenía que hacer, por así decirlo.

      Rock-On!

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  2. Hey Tyla,
    parece que algo pasó con mi comentario, lo envié desde el curro y debe haber algún problema.
    En fin, solo abundar en tus reflexiones, excelente condensación de lo que yo creo que significa Reed en la historia del rock´n´roll en el último párrafo, y en cuanto a detalles del "Transformer" pues me repetiría respecto de mi última entrada..."Walk on the walk side"... si, la tenemos tan escuchada.. pero hay que ver lo buena y bien hecha que está tio.
    Cheers

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    1. Scott, compañero, muchas gracias por tus palabras. Confieso que cuando lo escribí ya venía de leer el tuyo, jejeje.

      Rock-On!

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  3. Es increible a la cantidad de gente que le ha pegado la muerte de Lou. Fue un gran artista. Me molesta mucho que siempre se lo introduzca como "el lider de la Velvet", cuando claramente logro muchisimo y tal vez mas en su trabajo solista. "Metal Machine Music" es de los trabajos mas desafiantes del siglo XX en mi opinion. Fue un gran artista la verdad y ojala aparezca alguien como el dentro de poco, alguien que sea arte mas alla de su propio arte

    Saludos!

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    1. No es para menos, Santiago. Para mí, al menos, se trata de uno de los arquitectos del rock and roll definitivos, equiparable a Chuck Berry, Dylan, Beatles o Stones. No es una pérdida cualquiera. Nunca se cortó en pelear a la contra, entregando trabajos que nadie esperaba de él y reinventando su imagen constantemente.

      No es por ser pesimista, pero dudo que aparezca nadie que vuelva a jugar a un nivel semejante.

      Rock-On!

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  4. Aunque tu blog tiene menos actividad que el cerebro de Mariano Rajoy es todo un placer volver a leerte,camarada, y sobre todo homenajeando la figura ¡la magnánima! figura de tan ninguneado icono.
    Uno, que se va acercando a los cincuenta, recuerda cómo a finales de los 70´s hablar de Lou Reed era hablar casi de Dios (o de Keith Richards que para el caso es lo mismo) todo el mundo amaba su obra y NADIE,no hablo a nivel de prensa,hablo de la chavalería,conocía a The Velvet Underground,es decir,su discografía (la más grasienta y barribajera) hasta los primeros 80 era La Biblia sin embargo, años después, el monstruo velvetiano acabó devorando al personaje.El sector gafapasta lo envagelizó mientras que el rockerismo más analfabeto detestaba a un tipo ¡aburrido! y que no cantaba ¡hablaba! .

    En resumen,la discografía en solitario de Lou (la más grasienta y barribajera...again) es descomunal e imprescindible en la historia del rock,Transformer (obra magna y más reconocida) Berlin,Rock N' Roll Animal,Coney Island Baby,Street Hassle,New Sensations,etc o ese gran desconocido The Blue Mask.De su etapa madura soy menos fan pero New York,Songs for Drella,Ecstasy son muy buenos.Lo que quiero decir es que sin la Velvet Lou Reed ya era una figura tan esencial como The Beatles,Dylan,Stones and cia así que si sumamos sus cuatro obras maestras con la banda de la banana el personaje ya se nos escapa de las manos.

    De Transformer no hace falta decir nada,tú lo has dicho genial,un disco que parece de Bowie pero que éste jamás le hubiese dado el toque callejero de Reed.

    Lo peor,Maese DeVille,es que nuestros héroes caen,ley de vida,debemos prepararnos para este apocalipsis rockero...no nos quedan lágrimas,amigo.

    Un abrazo,maestro.

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    1. Era de ley tu comentario por éstos pagos, Maestro... Tu nick tiene ahora más sentido que nunca!

      Si tuviese que destacar algo de tú comentario sería eso de "... sin la Velvet Lou Reed ya era una figura tan esencial como The Beatles,Dylan,Stones and cia así que si sumamos sus cuatro obras maestras con la banda de la banana el personaje ya se nos escapa de las manos. "

      No se puede añadir más... Bueno, si, que por poco que escriba mi blog triplica la actividad cerebral del señor presidente!

      Rock-On!

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