martes, 22 de julio de 2014

Diamond Dogs - "Up The Rock"


Tibieza. Esa sería la palabra que mejor resume la acogida que obtuvo "Up The Rock", quinto esfuerzo en largo del combo sueco (si contamos su debut, el controvertido -y delicioso- "Honked!"): Acusaciones de estancamiento, de agotamiento de fórmula, de haberle dado un lavado de cara a su sonido (Espera, ¿pero eso no se contradice con la primera acusación?) menudearon en las reseñas que cosechó.

Tamaña animadversión a tan notable pieza -a la que no le sobra una sola canción- podría explicarse, quizás, por la coyuntura en que apareció: Estamos en la segunda mitad del primer decenio del siglo, y la gente parece haberse cansado de lo que el boom rockandrollero escandinavo, que tantas adhesiones generó, puede dar de sí; obras de The Hellacopters o Turbonegro que cualquier banda del ramo sería incapaz de firmar hoy día son acogidas con condescendencia, cuándo no cierta pereza; Al caso de nuestros protagonistas, además, hemos de sumar una cierta saturación de obras a su nombre aparecidas en el año y medio anterior al lanzamiento de la presente obra: La edición de "Black River Road", del split a medias con Jeff Dahl -"Atlantic Crossover"-, la aparición del recopilatorio "Bound To Ravage" e incluso el estreno en solitario de Sulo, su cantante, con el fabuloso "Rough Diamond", pudieron generar una imagen hegemónica que, unido a la causa anterior, hizo que el público recibiese su nuevo trabajo un tanto a la defensiva.

Es "Up The Rock", sin embargo, un redondo maravilloso. Así me lo pareció desde el momento de su salida. Resulta cuánto menos curioso que hubo quién les acusara de vivir aferrados a una fórmula, cuándo en éste disco parecen virar un tanto de las acostumbradas referencias a The Faces o los Rolling Stones setenteros en beneficio del boogie electrificado e hímnico del mejor glam rock británico, qué es la raíz de esos temas que algunos tomaron por una intentona de dulcificar su sonido, cuándo eran en realidad deliciosos himnos llenos de épica adolescente, de esos que Marc Bolan o Ian Hunter gustaban de cultivar en su cancionero. No faltaron, en definitiva, quiénes parecieron no darse por enterados del nombre del grupo, qué avisaba de buena parte de su corpus referencial, que terminó por materializarse en este disco.

Las teclas de The Duke Of Honk abren el corte inicial, "Generation Upstart", una orgía de teclas, coros, riffs á la T-Rex y un cierto espíritu bubblegum que da paso a una colección de himnos con madera de clásico: "We May Not Have Tomorrow (But We Still Have Tonight)", la vacilona "Down In The Alley Again", "Acting Singles", la absolutamente colosal "Turning a Shack Into a Chapel", "Closest I Ever Been To Memphis", "You Got Nothing On Me", coronada por un espídico solo de saxo, "Put Your Hands Together" o esa maravilla que recibe por título "Make It To The Shore" qué sabe a escapada nocturna, a encuentro a hurtadillas en la playa cuando ya ha caído el sol, a verano. Cortes de una frescura insultante, preñados de melodías deliciosas y coros de ascendente doo-woop, de riffs incontestables y estribillos hiperpegadizos, de omnipresentes teclados y deliciosos metales. Verdaderas bofetadas de positivismo, de las que te hacen renovar votos con la vida y ayudan a ver éste mundo, tan disfuncional a veces, con otra mirada.

 Pero no queda la cosa ahí. A la vera de los hits incontestables, de las canciones para corear a voz en grito nos encontramos con una remesa de temas de regusto reposado, no exento de soul en ocasiones, qué terminan de redondear el balance del álbum: Ahí está esa delicia de corte acústico, "Where Are You Tonight?", el soul tabernario de "Come Easy, Come Slow"  o ese baladón, todo contención, que es "If I Ever Fall In Love With You".

 Nos encontramos, en suma, ante uno de esos discos condenados por una mayoría de sus seguidores por factores estrictamente extramusicales: Ya sean coyunturales, como los mentados más arriba, ya nostálgicos ("... Tras la marcha de Stevie Klasson nada fue lo mismo") qué no deben distraernos de lo esencial, esto es: Qué nos encontramos ante un redondo de una categoría sobresaliente, al qué, repito, no le sobra ni una sola de sus canciones; Ante el que es, de hecho, su útimo trabajo verdaderamente imprescindible, el que coronó una verdadera racha de éxitos -artísticos, se entiende- para estos exquisitos valedores del rock de herencia british.

Dedico estas líneas a Matt " Magic " Gunnarson, saxofonista de la banda recientemente fallecido. Vaya por el.

9 comentarios:

  1. Tengo que confesar que aún adorando las primeras referencias del grupo éste lo pase por alto "tragándome" todas las acusaciones que le cayeron encima, quizá por esa relativa saturación de la escena escandinava, no sé, pero fiándome como me fío de tu criterio intentaré ponerle remedio.
    Me alegra saber que coincidimos en la consideración del fantástico "Rough Diamond". Saludos.

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    1. Hey, Agente!

      Yo es que no salgo de mi asombro cuándo leo críticas negativas sobre éste disco: ¿Pero qué le sobra, qué le falta? Es un trabajo de sobresaliente que, de haber salido cinco años antes hubiese cosechado el aplauso de aquellos que lo criticaban.

      La trayectoria de los suecos es, hasta ese año, absolutamente atómica: Una colección de discos, ep's y splits absolutamente macanuda para cualquier seguidor del classic rock con criterio... a partir de aquí la cosa se difuminará un tanto, llegando a un mínimo en "The Grit & The Very Soul" (correcto sin más e inane en su mayor parte). Aunque en los últimos tiempos han dado señales de volver por dónde solían.

      Hoy día ya no son un grupo, sino un proyecto bicéfalo liderado por Sulo y el Duke, pero siguen manteniendo un directo a prueba de balas.

      Rock-On!

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  2. La verdad es que nunca les presté atención a estos perros, Tyla, sorry!! He leído mucho sobre ellos y nunca me han atraído, pero tu texto es tan cojonudo que le voy a dar una vuelta al asunto. Gustazo volver a leerte con mayor asiduidad, tu pluma es esencial para los blogosfera rock.

    Abrazos.

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    1. Hey Gonzalo!

      Son, como ya te dije, mi grupo predilecto del boom escandinavo, o, al menos, el que rescato con mas asiduidad: Mete a Faces, Stones, Bowie y Dr. Feelgood en una coctelera y te sale algo como lo que hacen estos tíos. Y lo mas importante: ¡no tienen canciones malas!

      Muchas gracias por tus palabras.

      Rock-on!

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  4. Discazo que un dogostoniano como vos debía recuperar sí o sí.

    Como bien dices no sobra nada, parece un grandes éxitos y eso que quitando discos sueltos de los Diamonds, Turbonegro, The Soundtrack of Our Lives, Imperial State Electric y alguno más no soy excesivamente fan del rock escandinavo fin de siglo, pienso que de tantos disparos alguno tuvo que dar en la diana como por ejemplo "Up The Rock" (auténtica cima) bien es cierto, que animaron un poquito el cotarro entre tanto alternaindies, post-grunge, neumetaleros y marilines mansos. Por cierto, por cierto, este disco es puro Slade, "Come Easy" o "Closet I Ever.." entre otras me dan la razón.

    Dos cositas más: una, que la superbanda The Crunch con Sulo al frente grabó el año pasado un disco super-recomendable y dos, que ABBA es la banda sueca más grande de todos los tiempos..ja!

    Un abrazo maestro y un placer leerte!

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    1. Lu, compañero!

      Bueno, yo disiento un poco de tu percepción acerca del rock escandinavo: No inventaban nada, pero fue una escena que mantuvo un nivel altísimo de excelencia discográfica. Cuenta en mi caso, además, el factor generacional: Enfrentarte con 15 años a todas esas bandas que además te muestran mundos por descubrir, ya que eran avidos revivalistas (MC5, Stooges, Roky Erickson, Rubinoos, Radio Birdman... Todos los descubrí gracias a loa vikingos)

      El disco tiene, como bien señalas, un marcado componente glam, que fue lo que mosqueo a mas de uno en su día.

      PD: Estoy al tanto de The Crunch. Lo poco que he escuchado suena guay, muy Clash.

      PD1: Of course! Recuerdo que Josele de los Enemigos decía que el show que vio de ABBA fue una de las experiencias mas rockeras que vivió en los 80.

      Un placer tenerle por aquí, Rock-on!

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  5. Pues me gusta bastante más que el anterior. Es cierto que lo de Stevie Klasson es algo de mucho peso porque ese enano tenía mucha magia (y la tiene, a ver si vuelve a sacar disco) y no se si es un disco redondo pero lo sea o no lo sea dices bien en que no le sobra ni un solo tema. Una lástima que no pueda ver a Sulo este año en el Z.

    Abrazo y a ver si hacemos la quedada de PeloMono

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    1. Hey, Lorbada, esperaba sus palabras! :)

      No seré yo quién niegue -¡Jamás nunca!- la pujanza del Sr. Klasson, el está en los que quizás fueron los discos más laureados por crítica y público de la banda, peeeero... Sulo es capaz de firmar grandes obras sin su presencia: Ahí tenemos el discriminadísimo "Honked!", "Black River Road" -que es una pieza elegantísima- y este "Up The Rock", que cada vez tengo más claro que fue dado de lado por pura y simple saturación y que sitúo sin rubor entre sus tres mejores obras.

      ¿No puedes ir al Z al final? Yo tampoco creo que vaya este año...

      Le tomo la palabra en lo de la quedada, Rock-On!

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