martes, 5 de abril de 2011
Nathaniel Mayer - "Going Back To Village Of Love"
Es una verdadera pena que un género de un nivel de excelencia como el del Soul, bien nutrido en todos sus estratos (desde los más subterráneos a los de público dominio) de joyas rebosantes de clase y comercialidad bien entendida, sufra, al igual que el Rock And Roll de los 50's, de un conocimiento parcial, restringido sólo a las dos o tres luminarias de turno. ¿De qué estoy hablando?
En la peculiar reescritura de la historia de la música que se marcan ciertos plumillas, llegados al capítulo del Soul siempre nos damos de bruces con lo mismo: Mucho Motown, algo de Stax y el ninguneo casi total a los demás sellos, acompañado de la presencia intimidante de James Brown, Otis, Sam Cooke, Marvin Gaye, Aretha, las Supremes y casi que paramos de contar. A veces, y de rondón, aparecen los -colosales- The Four Tops o los Isley Brothers. Y yo digo, ¿Qué diablos pasa con Jackie Wilson? ¿Jimmy Ruffin? ¿Y eso de citar tan de cuando en cuando a la que, puede sea mi soulwoman preferida, Irma Thomas? Y ya metidos en harina, ¿Acaso no merece ser Nathaniel Mayer citado a la par de los más grandes del género? Mi respuesta, rotundamente afirmartiva.
Permítanme que me salte la norma, absurdamente autoimpuesta, de reseñar sólo "obras originales", ya que "Going Back To Village Of Love" es un recopilatorio, bien nutrido de su excelsa cosecha de singles 60's, pero es que la producción previa de este hombre se circunscribía al añejo 7" y mucho me temo que Mayer se merece algo más que un escueto comentario acerca de un par de canciones.
Nathaniel Mayer. Paladín y paradigma del sonido cultivado por Fortune Records, escudería afincada en Detroit y cuyo éxito y radio de acción, comparado con el de las dos grandes majors del género, era poco menos que local. Quizás fue esa relativa falta de fama, aparejada al hecho de nutrirse casi en exclusiva de material brindado por la ciudad del motor lo que contribuyó a forjar su sonido, tan idiosincrático; menos pulido que el de la competencia, pero con un plus de garra, al menos para él abajo firmante, y sin duda preludio de la fórmula puesta en práctica por formaciones como The Detroit Cobras décadas después.
Como decíamos, Mayer, con el permiso de otros nombres boyantes del sello, como Nolan Strong & The Diablos, era el gran as en la manga de Fortune Records. A su insultante juventud (puso voz a la inmensa "Village Of Love" con... 18 años!) hemos de sumar una voz privilegiada, capaz de llegar a registros dignos del James Brown mas testorénico (Y ahí tenemos "I Want Love And Affection (Not The House Of Correction", a la medida del superministro del Heavy Funk ) pero de suavizarse como el terciopelo cuando la ocasión lo requería. Completaba la fórmula lo refrescante de su propuesta, bien enraizada en el Soul, pero aderezada de elementos Doo Wop, Rythm And Blues y riffs que, ocasionalmente podrían pasar por los facturados por los Stones de la época o cualquier otro conjunto de pelanas del otro lado del océano. ¿Explosivo, verdad?
Si hay una canción que, sin duda, condensa todos esos ingredientes, ésa es su indiscutible hit, "Village Of Love": Comienzo a ritmo de doo woop, Nathaniel desgarrando su voz de genuino Black Screamer y un oscilante guitarreo intermedio. Sólo por eso ya merece tener plaza en el panteón de los inmortales, pero no queda ahí la cosa. Ahí tenemos el melodramatismo teenager de "My Last Dance With You", "Leave Me Alone", "King Of Paradise", "Work It Out" (Ok, esta es prácticamente un refrito de "Village Of Love" ¿Y?), la blaxploitation "Place I Know", la chulería a todo despliegue en "Well, I've Got News For You"... Y así todo el disco.
Pese a todo lo expuesto en el párrafo anterior, Nathaniel Mayer jamás logró salir de una (con todo honrosa) segunda división de la música negra, y en cierto modo debemos su regreso en el ocaso de los 90's, disco y giras incluidas, a grupos como los mentados Detroit Cobras o los Dirtbombs, dispuestos a ajustar cuentas y reivindicar las raíces musicales de su Detroit natal. Una coyuntura de la que supo beneficiarse un Mayer excéntrico, entrado en años y dispuesto a perpetuarse en su status de personaje de culto, hasta su muerte, en 2008. Definitivamente, la historia del Soul está asfaltada con trayectorias como la de Nathaniel Mayer.
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La primera vez que oigo hablar de este tipo, tomo nota de este recopilata con caracter urgente movida Detroit.
ResponderEliminarSi te va la marcha soulera no te arrepentirás!
ResponderEliminarRock On!
Yo lo descubrí con el recopilatorio que sacó el sello Vampisoul aquí en España y desde luego Nathaniel Mayer "patea culos".
ResponderEliminarNecesaria reivindicación, un saludo.
Hey,Agente!
ResponderEliminar¿Qué sería del rockerío sin la labor de rescate llevada a cabo Munster/Vampisoul?
Bienvenido. Rock On!
no lo conozco y me lo apunto que llevo una rachasoul que me caigo
ResponderEliminarsaludos
Ya me dirás que te ha parecido, Nortwinds, el tipo lo tenía, y de que manera!
ResponderEliminarRock On!